jueves, 17 de julio de 2014

El señor Brown


     Sonaban unas pisadas de zapatos de suela en el silencio de las frías callejas. Era el señor Brown: elegante, soberbio y arrogante. Se asomaba por las esquinas en busca de una fulana. Tras él, de repente, una presencia. Dando un respingo, se volteó y, ágilmente, apuntó con su paraguas rosa.

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